Mi Semestre Sabático ha llegado a su fin
Por si estás pensando en el tuyo y te puede servir
Este es un momento bastante especial... Seis meses de sabatismo generan impacto en la Vida: los hábitos, los horarios, la libertad... También una distinta gestión de la economía. Es como otra Vida.
En enero de este año, cansada y desgastada después de una pandemia en la que trabajé muchísimo, en un contexto difícil e incierto, y con ganas de cuidarme y la certeza del merecimiento, decidí tomarme un semestre sabático.
Como soy autónoma y por lo tanto soy mi jefa, me lo concedí sin pensarlo dos veces. Y más al comprobar que la idea me deshacía literalmente esas contracturas en la espalda que ya no sabía cómo cuidarme. El cuerpo es sabio y confirma o niega desde las sensaciones..
Aquí te lo explicaba un poco:
Decisiones: de la Mente a la Acción
Seis meses para mí... Para hacer de este pedacito de Vida una parcelita de hago lo que me apetece sin estar sujeta a agendas...
Esa expectativa -bastante ingenua por mi parte- no ha sido tal, y la agenda ha tenido un buen protagonismo también. De otra manera, fuera de lo profesional mayormente, pero con presencia (e insistencia).
Ahora que ya queda poquito (madre mía, qué veloz ha pasado...), quiero hacer balance y compartirlo contigo, porque si algo tengo claro, es que todo el mundo, especialmente si trabaja, se merece un descanso como este. Al menos una vez en la Vida, o más, si pudiera ser.