Mi Semestre Sabático ha llegado a su fin

Por si estás pensando en el tuyo y te puede servir
Mònica Lapeyra Pertussini

Este es un momento bastante especial... Seis meses de sabatismo generan impacto en la Vida: los hábitos, los horarios, la libertad... También una distinta gestión de la economía. Es como otra Vida.

En enero de este año, cansada y desgastada después de una pandemia en la que trabajé muchísimo, en un contexto difícil e incierto, y con ganas de cuidarme y la certeza del merecimiento, decidí tomarme un semestre sabático.

Como soy autónoma y por lo tanto soy mi jefa, me lo concedí sin pensarlo dos veces. Y más al comprobar que la idea me deshacía literalmente esas contracturas en la espalda que ya no sabía cómo cuidarme. El cuerpo es sabio y confirma o niega desde las sensaciones..

Aquí te lo explicaba un poco:

                         Decisiones: de la Mente a la Acción

Seis meses para mí... Para hacer de este pedacito de Vida una parcelita de hago lo que me apetece sin estar sujeta a agendas...

Esa expectativa -bastante ingenua por mi parte- no ha sido tal, y la agenda ha tenido un buen protagonismo también. De otra manera, fuera de lo profesional mayormente, pero con presencia (e insistencia). 

Ahora que ya queda poquito (madre mía, qué veloz ha pasado...), quiero hacer balance y compartirlo contigo, porque si algo tengo claro, es que todo el mundo, especialmente si trabaja, se merece un descanso como este. Al menos una vez en la Vida, o más, si pudiera ser.

Quiero recordarme que estos meses estaban destinados a parar para rediseñar mi Vida y mi futuro, a descansar y a hacer de las pequeñas cosas el centro de mi propósito.

Me ha encantado lo de las pequeñas cosas en el centro: he visitado la playa un montón de veces, he andado 26 kilómetros para tomarme un café con una amiga, he engrasado la máquina de coser y he retomado las actividades manuales, a las que la mente tenía relegadas. He leído un libro en un día y otros a pedacitos. He empezado con un entrenador personal a aprender trabajo de fuerza para cuidar mi cuerpo.

He hecho viajes y formaciones. Pasé 10 días en el Desierto con mi familia bereber, retomé el SAT-IV -proceso Eneagrama con la Fundación Claudio Naranjo) después de 14 años del SAT-III y disfruté en la Semana del Encuentro con Graciela Figueroa. Tres experiencias maravillosas y nutritivas para retomar las sesiones de terapia con más herramientas y sobre todo, más conciencia y centramiento. Y con el corazón más alegre.

También a resolver varios temas mayores que a nivel familiar nos pesaban.

Siento más ligera la mochila, y eso me reconforta enormemente. 

Bien, eso es lo que he hecho. 

Pero más importante que lo conductual, y focalizándome en lo trascendental, algunas de mis conclusiones:

• profesionalmente, voy centrarme en menos ámbitos. En hacer menos cosas, en tocar menos palos. Centrarme específicamente en la Psicoterapia y las Caravanas al Desierto, con ese nuevo proyecto que os vengo anunciando...
• personalmente, estoy meditando a diario, quiero sentarme más en el suelo, cuidar mi físico dándole más caña a mi cuerpo (menos horas sentada), visitar el mar cada poco, más tiempo para conversaciones profundas y menos para trabajar, más risas por favor -¡¡¡la sal de la Vida!!!-, darme cuenta a diario de que cada día tiene el sentido de toda una vida... (aquí tienes algunas reflexiones más)  

Y una nueva idea: el modelo CAMBIO Y SIGO. Una propuesta para acompañar a aquellas personas que tienen deseos de cambiar de profesión, o de hacer un parón o periodo sabático... 

Ya llevo dos semestres sabáticos en mi haber (este y otro a los 39), y un cambio de trabajo muy sonado (de La Caixa a la Psicología, hace ya 17 años). Quiero poner mi experiencia al servicio de quien pueda necesitarla. 

Demasiados miedos nos impiden a veces cambiar o probar. Y eso  no quita que haya que preparar el camino para poder saltar por la Vida con un poquito más de garbo...

Te daré más detalles pronto.

Ahora quiero enfocarme e iluminar mi reentrada. Voy hacia ahí, sonriendo y con una cierta pereza en los párpados... Tener tiempo y más libertad es una gran riqueza. Y trabajar en lo que te gusta, también. Espero encontrar el equilibrio en esta etapa que ahora comienza.