¿Cómo entiende tu mente el paso del tiempo?
Elige el paradigma que te haga más feliz Mònica Lapeyra Pertussini

Que el tiempo pasa, que es inexorable, que todos tenemos el mismo tiempo y cada cuál lo aprovecha de la mejor manera y que algunas personas lo hacen mejor que otras (o sea, que consiguen adaptar su tiempo y sus expectativas con más acierto), lo sabemos, lo sabes.
Voy a compartir un concepto para entender un poco más cómo vives tu tiempo y por qué te estresas más o menos. Lo aprendí de @xavierguix, al que ya he nombrado otras veces porque es un referente importante para mí, y ha sido útil para comprender los diferentes "estilos estresados o no" de la humanidad.
Empiezo.
Te propongo que te auto-observes durante la explicación, para descubrir en qué estilo pasas la mayor parte de tu tiempo. Es desde tu propia ubicación personal que podrás mejorar tu propia gestión del tiempo.
Y la calidad de vida que eso conlleva.
Los 3 paradigmas del tiempo son:
- interpretación lineal
- interpretación circular
- interpretación sincrónica
Explico cada uno de ellos:
- interpretación lineal: corresponde al pensamiento nazco un día, me muero otro y entre esos dos momentos he de hacer muchas cosas.
Este patrón conduce, como habrás intuido, al estrés. Si no lo he hecho hoy, ¡me quita tiempo de hacer otras cosas mañana! Es el patrón de la agenda a tope, de la súper-planificación, de no dejar espacios libres y por lo tanto, impedir que aparezca la improvisación, la conexión con las necesidades, el vivir el Aquí-Ahora... Todo está previsto y si no llego a algo, madre mía qué desastre, qué estrés, qué mal porque voy a tener que apretar mis vivencias en el tiempo que me queda para poder encajar eso que no hice.
Muchas personas viven desde aquí. No es extraño, porque tiene mucho que ver con cómo están organizadas las sociedades desarrolladas, que van bastante a contracorriente de la Naturaleza.
- circular: entiende el tiempo como ciclos que se suceden uno detrás de otro: si no he podido hacerlo esta semana, lo haré la que viene.
Este paradigma nos da bastante más margen. Contempla la posibilidad de que hay más opciones, otras oportunidades para llevar a cabo lo que no he podido llevar a cabo en esta vez. Por ejemplo: si este año no puedo comprarme un piso porque no tengo suficiente dinero, me posibilita ahorrar para poder hacerlo el que viene, o el otro, o el siguiente. Si este otoño no puedo ir a la Caravana al Desierto, quizás pueda en la Semana Santa siguiente, o en otoño del 2023. Si este fin de semana no puedo quedar con aquellos amigos, quizás el siguiente, o el otro, o el otro... hay muchos fines de semana por delante.
La película Primavera, verano, otoño invienno... y primavera, muestra este patrón. Yo salí del cine con una sensación de calma tal, que entendí en el alma y en el cuerpo el paradigma circular...
- sincrónico: es el más orgánico de los 3 y entiende el tiempo como cuando aparece la necesidad o el evento, le doy respuesta.
Podemos vivir algo más adaptados a este patrón cuando estamos de vacaciones, ojalá sí te des el permiso entonces: me levanto cuando se me ha terminado el sueño, como cuando tengo hambre, descanso si me he cansado...
También sucede en otros países menos desarrollados:
- ¿cuándo sale el autobús?
- cuando se llene...
- ¿cuándo se hará la reunión?
- cuando pueda asistir más gente...
Este paradigma permite abstraernos de las agendas y los horarios y funcionar de manera orgánica, natural y amable.
Cierto, no es fácil vivir en él constantemente, con el montaje social que tenemos. Pero si logras hacerlo en pequeños momentos (durante el fin de semana o las vacaciones, en algún ratito) estoy segura de que notarás la diferencia. ¡Es un auto-regalo!
Y como siempre... Pruébalo y me cuentas.